CARLOTA JARAMILLO
Nace en Calacalí provincia del Pichincha, el 9 de julio de 1904 y muere en Quito el 10 de diciembre de 1987. Cantante, actriz; descendiente de familia cuencana, que heredó de su abuelo materno y de su tío Timoleón, (padre de Héctor Jaramillo) la afición por la música; con los que aprendió a rasgar la guitarra.
En 1922 por conmemoración de la batalla de Pichincha se organizó un concurso de canto para aficionados en el Teatro Sucre, el primer premio era una guitarra; Carlota y su hermana Inés hacía poco que habían llegado a Quito a estudiar para maestras en el Normal Manuela Cañizares; se inscribieron 19 participantes entre solistas y dúos siendo ellas las únicas féminas y resultaron triunfadoras; en poco tiempo Carlota se convirtió en la primera actriz del espectáculo en Quito.
Se casó con Don Jorge Araujo Chiriboga, quien fue el compositor de los inolvidables pasillos interpretados por ella con maestría y sentimiento, entre esos las composiciones que la llevaron a la fama, sendas distintas, imploración de amor, Terciopelo negro y Guambrita.
Su primer disco lo grabó en los estudios de Radio “El Prado” de Riobamba en 1938, el pasillo Amor grande y lejano de su cuñado Ángel Leonidas; La emisión de 1000 discos se agotó muy rápidamente. Luego el pasillo Honda pena de Carlos Villafañe y Guillermo Garzón, allí grabó alrededor de 10 discos. En 1942 Carlota Jaramillo y Luis Alberto Valencia graban a dúo para el sello Odeón de Argentina, y después para Ifesa del Ecuador el pasillo Sendas distintas.
Ha grabado en toda su carrera aproximadamente 20 L.P., sus discos han sido reproducidos en Latinoamérica, USA y Francia.
Murió a los 83 años de edad a causa de traumatismos cerebrales producidos por una caída.
FRANCISCO PAREDES HERRERA
Nació en Cuenca el 8 de Noviembre de 1891 en una casona del barrio de San Francisco. Hijo único del Profesor Francisco Paredes Orellana, Músico y Organista, Maestro de Capilla y Cantor de la Iglesia Catedral, de San Francisco y de la capillita de los Salesianos, calificado de viejo bueno, bonísimo; y de su cónyuge Virginia Herrera, que falleció joven en Cuenca.
Siguiendo el ejemplo de su padre pronto demostró un claro talento para el arte, y desde muy niño se interesó en el aprendizaje de la guitarra, la concertina y el armonio, siendo su progenitor quien le inculcó los rudimentos musicales.
De escasos siete años ingresó a la escuela de los Hermanos Cristianos donde hizo la Primera Comunión, cantó en el Coro escolar que dirigía el Hermano Agustín y completó la primaria. Luego pasó al Colegio de San Luis y fue un alumno bueno pero tan olvidadizo que a veces ni siquiera preparaba las lecciones por componer música. Por eso, al llegar al quinto curso abandonó los estudios para tomar clases de armonía y composición con el padre italiano José Nicolás Basso, de la Orden Salesiana.
En 1904 se inició como Ayudante de la Dirección de Bandas Militares de Cuenca, cargo en que mantuvo con breves interrupciones hasta 1915 y como tenía una hermosa caligrafía también fue copista de música de dichas Bandas.
Era un joven que vivía inmerso entre notas y melodías, componiendo canciones con tanta facilidad que causaba el asombro de las gentes sencillas de entonces, poco familiarizada a esta clase de genialidades. En 1910 creó el pasodoble "Viva Plaza" dedicado al General Leonidas Plaza Gutiérrez y estrenado ese año en Cuenca por la banda del Batallón "Constitución".
En 1913 compuso el vals "Soy Feliz" dedicado a Rafael Sojos y con Alfonso Estrella Marchan partieron a la provincia de El Oro en gira artística. Primero estuvo algún tiempo en Zaruma, organizando una banda militar y conquistando no solamente por su arte, sino también por sus delicados modales y elegancia en el vestir. Con su amigo eran los dandies preferidos en todos los ambientes y despertaban ilusiones en los corazones femeninos. Allí formó la banda de la escuela "Juan Montalvo", actual Centro Escolar "Guillermo Maldonado".
De vuelta a Cuenca tras esta primera aventura formó con Estrella, Remigio y Rafael (Rapha) Romero y Cordero, Rafael Sojos, Carlos Arízaga Toral, Aurelio Ordóñez Zamora, Enmanuel Honorato Vázquez Espinosa y otros más el célebre Club Estrella y compartieron una sana bohemia de música y literatura.
Paredes era por entonces un guapo mozo que solía brindar por las noches hermosos serenos. "Garboso, ufano con el buen terno, la pavita de rebeldes crenchas, corbata de lazo, su flor en el ojal, pantalón listado, el abrigo al brazo.... no le rodaba un moco".
En 1919, durante el trayecto del camino a una serenata vísperas de San Juan, compuso la música del célebre pasillo "El alma en los labios" basado en la letra del malogrado vate guayaquileño Medardo Angel Silva, que se empezó a tocar y a cantar con inusitado éxito y delirante entusiasmo en todo el país. (1)
Entre el 20 y el 22 enseñó música en el Colegio "Nueve de Octubre" de Machala querido de profesores y alumnos e hizo entrañable amistad con Rodrigo Chávez González, a la par que enviaba sus composiciones a José Domingo Feraud Guzmán para que fueran impresas en ediciones para rollos y en rollos para pianolas y como estaban en toda la moda ritmos tales como el one sep, el fox trot, la polka y el cuplet, compuso de acuerdo al momento histórico y social que se vivía, que no era otro que el de los Estados Unidos y la Europa de la primera postguerra, tiempo en cual la gente se volvía frenética en las fiestas.
En 1922 compuso el pasillo "Anhelos" con letra del poeta mexicano Juan de Dios Peza y viajó a Guayaquil como Director artístico de la fábrica de rollos para pianola de Feraud Guzmán, donde se mantuvo por seis años, ayudándose económicamente como docente de música en algunas escuelas fiscales.
En 1928 un numeroso grupo de intelectuales del país pidió al Ministro de Instrucción Pública, que habiendo concluido la beca en París del pianista Gustavo Bueno, se le traspasara a Paredes, lo que no fue posible por negativa del gobierno. Ese año falleció su padre en Guayaquil, pues desde hacia algunos años le acompañaba y estaba muy viejecito.
Era el más popular compositor nacional no sólo de música sino también de letras que daba a conocer bajo diferentes seudónimos porque siempre tuvo algo de poeta. Por sus anotaciones personales sabemos que gustaba firmar sus composiciones utilizando los más diversos nombres.
(1) Silva se había suicidado la noche del 10 de Junio de 1919 pero la noticia arribó tarde a Cuenca, pues recién el 15 se enteró Paredes del in suceso, camino de la peluquería "La Elegancia" de Justo Lucero, que funcionaba en los bajos de la casa de Dña. Hortensia Mata. Impresionado vivamente, compuso la música que requería letra tan sentida como bella y el 21 la terminó, cantando el pasillo por primera ocasión la noche del 22, en el sector de la Virgen de Bronce, ante sus amigos Alfonso Estrella Marchán, Alberto Andrade Córdova y Víctor Sarmiento.
En 1930 compuso la música del pasillo "Rosario de Besos" con letra del poeta colombiano Libardo Parra Toro. Esa fue una de las primeras composiciones suyas grabada por la casa disquera "Víctor" y desde entonces las más afamadas casas grabaron sus composiciones. El 32 formó el Trío Guayaquil con el tenor Alfonso Calero, el barítono Carlos A. González, y Paredes en el acompañamiento al piano, realizando varias giras artísticas por el país.
En 1933 compuso el pasillo "Tú y yo" con letra de Manuel Coello Noritz, poeta de Gualaceo y amigo muy querido suyo, melodía que se popularizó en 1964 cantada por los Hermanos Miño Naranjo y obtuvo el Primer Premio de la segunda Feria de la Canción Iberoamericana.
En 1935 puso música de pasillo al poema "Manabí" de su amigo Elías Cedeño Jerves, quien se inspiró en una puesta de sol guayaquileña para escribir dichos versos. La música quedó tan bien y resultó tan hermosa que Cedeño se emocionó enormemente y desde entonces es el Himno de esa provincia.
En 1936 la banda de la Armada de los Estados Unidos interpretó su obra "Recuerdos del Chimborazo" en un Concierto al aire libre en Bound Brook, New Jersey, trasmitido por la Red Azul de la National Brocadcasting Company en onda corta y para América Latina.
Ese año decidió sentar cabeza y empezó a trabajar como profesor de música de las escuelas de Guayaquil pero el nombramiento definitivo recién le llegó en 1943. Enseñaba Cantos y Rondas infantiles de acuerdo a la edad, obras en ritmos nacionales y nociones sobre teoría musical. Estableció un Plan de Música y Canto para los seis grados primarios con horas sociales y lo demás. Talentoso y cumplidor en sus horarios, lo hacía todo con mucha seriedad.
En Agosto del 36 contrajo matrimonio en Quito con la dama guayaquileña Virginia León Barrera, de familia de músicos como él, matrimonio feliz aunque sin hijos. Tuvo de testigo al notable músico y compositor Sixto María Duran y volvieron a Guayaquil, habitando una casa de madera en Clemente Ballen entre Boyacá y García Avilés.
Era un caballero naturalmente elegante en el vestir y muy preocupado de su persona, aunque tímido y "sencillo como un nene", que pasaban por Victoriano y bohemio y se entregaba en efusivos raptos de amistad al prójimo, por eso se contaban sus amigos por legiones y quiza por eso mismo había llegado a los 45 años sin tener ahorros ni inversiones.
De temperatura nada vulgar, moreno, alto, delgado y de buen porte, "achicaba sus ojos la espontaneidad de la sonrisa entre la jorga". En política era un convencido militante socialista que había compuesto la música del Himno de ese partido y en su casa empezaron a celebrarse las reuniones del Consejo Provincial Socialista del Guayas.
Ese año recibió el Homenaje de la Orquesta Filarmónica de Cuenca, "El Universo" colocó su retrato en el salón de honor del periódico por ser el autor de la música del himno institucional, y puso música al poema Partir" del colombiano José María Tres Palacios, surgiendo el "Unamos los Corazones".
En 1937 inició un Diario de anotaciones personales que se conserva en poder de los parientes y a pesar que era considerado una máquina de hacer música y que componía sin descanso de día y hasta de noche, vivía modesta y pobremente, de su sueldito de profesor fiscal, pues aún no era obligatorio el pago de regalías por autor.
En 1945 recibió el Homenaje de varias instituciones culturales del país. El 47 una Mención de Honor de la Casa Reed and Reed. Ese año Ifesa comenzó a producir los primeros discos ecuatorianos en Guayaquil. Eran de 78 revoluciones por minuto y al carbón. El primero contenía el pasillo “En las lejanías” del dúo Cárdenas–Rubira y el valse “Ofrendas” del dúo Cárdenas-Mendoza. La novedad quedó rápidamente rezagada pues el 48 apareció el Long Play en los Estados Unidos que ofrecía 25 minutos por lado en lugar de los 5 del disco del carbón. Los Long Play recién se produjeron en 1972 en el país. El 48 dedicó una sentida composición al Presidente Galo Plaza y su versión del Himno del Cantón Gualaceo fue oficializada.
Sufría desde hacía algún tiempo de dolencias estomacales que se le fueron agudizando con el paso del tiempo al punto que ya no le dejaban salir de su casa y falleció en la madrugada del 1° de Enero de 1952. Su entierro se realizó el mismo día en el Cementerio General. Al cumplirse el año sus amigos le dedicaron una hermosa lápida de mármol. Durante el acto cantó sus canciones la soprano lírica española Maria Francisca Rimbaud.
Se le conocen 219 composiciones pero el resto de sus obras que suman un total de 857 corresponden a 43 ritmos distintos. No produjo música sacra en razón de sus ideas, pero fue un romántico que supo cantar al amor y a la mujer, a la nostalgia, a las alegrías y penas de la vida, así como a la poesía y tristeza de los ratos perdidos.
Existe una recopilación de sus obras con datos biográficos suyos escrita por su pariente la Dra. Paredes Roldan y titulada "Del sentir cuencano F.P.H. su vida y su obra 1891 -1952".
“Horas de Pasión”, letra del vate mexicano Juan de Dios Peza con el que traspone por primera vez las fronteras patrias y alcanza prensajes en Colombia, República Dominicana, Estados Unidos y España; los pasillos “Manabí”, “Rosario de Besos”, “Unamos los corazones”, el “Último Pasillo”, “Anhelos”, “Como si fuera un niño”, “Amor que Renace”, Paloma del ensueño”, Playas del Adiós”, “Por tu amor”, “Un triste despertar”, “Vamos linda”, y, finalmente, el Pasillo “Tú y Yo” con versos del Dr. Manuel Coello, que fue llevado por los Hermanos Miño Naranjo a la Segunda Feria de la Canción Iberoamericana realizada en Barcelona, España, donde obtuvo el Primer Premio. Los Sanjuanitos: “Cuitas de amor”, “Al pie del Capulí”, “Palomita cuculí y muchos creaciones más. Pese a lo popular de sus composiciones y el éxito que éstas tenían, de todas las menciones honoríficas que ganó Paredes Herrera durante su trayectoria de compositor, a más del título ganado en el Festival Español, sólo utilizó el conferido por el Ministerio de Educación en que se lo declaraba profesor de música a nivel escolar.
excelente
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